Villanueva de los Infantes es la cuna del hidalgo más famoso de la literatura, Don Quijote de La Mancha. En 2004, un estudio de la Universidad Compultense de Madrid situaba en esta villa "El Lugar de La Mancha" que mencionaba Miguel de Cervantes en su novela y del cual decía no querer acordarse de su nombre, dejando un enigma que ha permanecido siglos sin resolver.

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Además, Villanueva de los Infantes es la última morada de otro hidalgo, Francisco de Quevedo, quien pasó sus últimos días en una celda en el Convento de Santo Domingo.

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La huella de la hidalgía del Siglo de Oro sigue presente en Villanueva de los Infantes, y aun se puede percibir en los edificios reglares y profanos que conforman su Conjunto Histórico-Artístico.